LA ENFERMEDAD FANTASMA

Otra noche sin dormir más que unas horas. Esa sensación de cansancio al levantarse.

Darme una ducha es el primer inconveniente de la mañana. Lo siento en las articulaciones y hay puntos del cuerpo que duelen. Algunos mucho.

Tampoco suelen sentarme bien las comidas.

Hay días en que tengo que ir al baño varias veces, y otros en los que me siento hinchada porque no he ido en toda la jornada. Una sensación de incomodidad perpetua.

Estoy despistada en el trabajo. A veces parece como si perdiera la memoria. Retener datos nunca había sido un problema, tampoco recordar lo que tengo que hacer al día siguiente.

Ahora tengo que apuntarlo todo.

He ido al médico y me ha recetado antidepresivos. Antes eran analgésicos, decía que era una consecuencia de la edad y del estrés, algo relacionado con el reuma.

Solicité una segunda opinión.

No suelo hacerlo, pero no aguantaba más. Me ha diagnosticado fibromialgia, me cuenta en qué consiste, que no es una enfermedad degenerativa, que tiene picos…

Me resisto a buscar un alivio a mis problemas buscando en internet.

Me hablan de la Editorial Kurere.

Y de un libro, “Fibromialgia, mi compañera”, de Maite Padilla.

Lo leo. Todo está ahí. Habla de mi. Y de ti.